Estos días estoy pudiendo disfrutar de la lectura de las cronicas del maratón de Barcelona. La verdad es un disfrute descubrir a cada persona y conocer de que manera se enfrenta cada uno a la GRAN distancia, los 42,195km.
Puedo decir que en todas las historias hay un elemento común y de alguna manera determinante. Este elemento es LA COMPAÑÍA, el/la con quien corrían… El apoyo el animo, la sonrisa que ayuda a seguir y no abandonar. Realmente es bestial la capacidad del hombre de influir en otro hombre.
Y a otro nivel pero puedo decir que, yo hace un par de semanas experimenté lo determinante de la compañía en una carrera. Fue pequeña, corta, pero intensa. Fue por decirlo de alguna manera, necesaria para volver, para cambiar, para ir a por todas con una fuerza nueva. Corri una de tantas carreras celebradas con motivo del día de la mujer, eran 4km y había que fundirlos. Lo hicimos, disfrutamos, vencimos, pero solo, por ir en equipo, sin el equipo no habría dado ni 4 pasos seguidos.
Y ahora de vuelta, con la vista en nuestro objetivo la 21km, en EQUIPO.
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