Dicen que en la variedad está el gusto y es justamente lo que os traigo hoy…una idea muy tonta pero que tiene mucho éxito es muy agradable y aunque puede parecer trabajosa y elaborada no es para tanto.
Podéis poner el plato como segundo de cena o de comida lo que más os guste. Yo suelo acompañarlo de una ensalda alemana con endivias o unos crujientes vegetales buensimos.
Se trata de comprar pechugas de pollo y prepararlas cortando por un lado el apéndice. Fileteamos la pechuga en dos y cortamos transversalmente. De cada pechuga entonces nos salen 3 trozos. Y maceramos con aceite o ajito y perejil…lo que nos guste.
En la foto de hoy os presento tres variedades; pechugas con bacon: a uno de los trozos que hemos preparado de las pechugas le enrollamos una tira de bacon y ponemos en una lata de horno con aceite y sal. Las hacemos al horno a una temperatura de 160° durante 8 minutos. Otro de los tipos son las pechugas vileroy hechas un poco a la plancha pasadas por bechamel y rebozadas fritas con el fuego fuerte y por último, miticas: pechugas a la plancha con un chorreón de vino blanco.
Hay más variedades como las pechugas doradas pasadas por harina y huevo y a la plancha con un poco de vino blanco. Elijas la que elijas todas están buenismas.
Para presentarlas las puedes disponer en la fuente agrupadas por tipos, verás como vuelan!
Puedes utilizarlas también como una base de alguna tapa y acompañarla de guacamole, curry o cualquier cosa!